Una buena noticia dentro de la incertidumbre que estamos viviendo: los comercios van a poder ir abriendo progresivamente sus puertas. Uno de los negocios que seguro va a recibir muchas visitas en los próximos días van a ser las peluquerías, que a partir del 4 de mayo podrán atender, pero siempre con cita previa. Cortar, teñir, peinar… después de más de 40 días vuelven a abrir, pero con una serie de medidas muy estrictas para evitar contagios y proteger tanto a los clientes, como a los trabajadores y trabajadoras de las mismas.
El sector de las peluquerías emplea a más de 150.000 personas, mayoritariamente mujeres (un 85% del total). Está comprobado por psicólogos y expertos que el cuidado de la imagen (y aquí el cabello es fundamental) juega un papel muy importante en nuestro estado de ánimo, principalmente de cara a enfrentarnos a la vuelta a la normalidad. “La peluquería es un servicio esencial en nuestra sociedad para dar respuesta a necesidades biológicas, sociales y emocionales tras un duro confinamiento”, dicen desde Stanpa, la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética. Durante estos días de confinamiento, los comentarios y artículos en internet sobre la falta de peluquerías y la necesidad de cortarse el pelo ha sido una constante. Dos ejemplos: la búsqueda “cortarse el pelo en cuarentena hombre” da más de 425.000 búsquedas y los videos de instagramers cortándose el flequillo han sido de los más comentados.
Desde Stanpa, han creado una guía de recomendaciones con medidas higiénicas y protocolos de seguridad para las peluquerías durante estos días, que vamos a resumir brevemente porque son de utilidad para cualquier tipo de comercio, y porque probablemente nos vamos a tener que ir acostumbrando a ellas durante los próximos meses: Atenderán siempre con cita previa, aconsejan medir la temperatura a los clientes, que haya geles hidroalcohólicos repartidos por el local, repartir mascarillas o una pantalla de protección facial plástica, los trabajadores deben llevar mascarilla y guantes, lavarse con frecuencia las manos, el número de clientes se verá bastante reducido para poder mantener una distancia mínima de seguridad de un metro y medio/dos metros entre ellos, se guardarán las pertenencias del cliente en una bolsa de plástico que se le dará al salir, no se facilitarán libros y revistas, etc.
En general, son una serie de medidas de prevención que pueden ser aplicables a diferentes tipos de comercios donde se trabaje de cara al público y en contacto con la gente. La previsión es que poco a poco se vaya avanzando de fase hasta poder llegar a la “normalidad”, aunque todavía parece que falte para llegar a ese punto. Lo que está claro es que, esa normalidad no será la que teníamos antes.
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