El certificado de eficiencia energética de una vivienda contiene información sobre las características energéticas y la calificación energética de la misma, y se puede emitir también de un edificio completo o parte del mismo.
Pero, ¿por qué es importante?
Porque el certificado energético es un documento imprescindible para poder vender o alquilar un inmueble. Este certificado ofrece información sobre el consumo energético y las emisiones de CO2 de la vivienda, y desde junio de 2013, por la aplicación de una Directiva europea es obligatorio para realizar cualquier venta o alquiler en España.
Es un documento complejo de varias páginas que contiene información sobre la situación y la orientación, la iluminación, la envolvente y los sistemas de producción de energía del inmueble, entre otros aspectos. Informa además del consumo actual de energía y de la cantidad de CO2 que se puede emitir, dos aspectos fundamentales no solo para concienciarnos con el planeta y la lucha contra el cambio climático, sino porque una eficiencia energética supone un ahorro de gasto considerable. Para facilitar la comprensión de este documento, siempre se acompaña de una etiqueta de eficiencia energética, que califica los resultados obtenidos por la vivienda y que irá desde A (más eficiente) a G (peor valorado). Además, se indica con unos colores que van desde el verde al rojo pasando por la gama de amarillos y naranjas y que intuitivamente relacionaremos con el tipo de resultado obtenido.
Como hemos dicho, el certificado energético es un documento obligatorio y por lo tanto, debe ser emitido por una persona especializada (normalmente serán arquitectos o ingenieros habilitados para ello con la formación necesaria). Sin embargo, el Real Decreto 235/2013 recoge una serie de excepciones a esta obligatoriedad, que serían, por ejemplo, para los edificios históricos o religiosos, edificios con una superficie útil total inferior a 50 m2. o en los edificios cuyo uso sea inferior a cuatro meses al año, entre otros. Por todo ello hay que estar pendientes porque son muchas las viviendas que, en función de su uso y características pueden quedar exentas.
Otro aspecto importante a tener en cuenta es que el certificado de eficiencia energética no dura para siempre, tiene una validez de 10 años, y pasado este tiempo, hay que renovarlo de nuevo. Esta es la información que ofrece la Comunidad de Madrid para tramitar el certificado de eficiencia energética en edificios de nueva construcción y en edificios ya existentes.
Aparte de su obligatoriedad, es importante tener en cuenta los aspectos que refleja el documento y los resultados obtenidos en la valoración, porque una vivienda con una buena calificación a nivel de eficiencia energética ahorrará mucho más en el consumo de energía que otra que no lo esté, y este aspecto es fundamental para los usuarios.
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